Mi viejo,
mi abuelo.
Mi viejo y
querido abuelo,
te
recuerdo hoy en el invierno,
como
también en el verano.
Sé que
estás en el cielo
al lado de
Jesús rezando el padre nuestro.
Tu
sombrero de paja, tu poncho de lana,
te
abrigaban del frío de la mañana,
tus
alabanzas resonaban en la montaña,
mi querido
abuelo como se te extraña.
Han pasado
muchos años,
tus rezos
no han cesado.
Que
recuerdos en el tiempo
podrá
borrar el pasado.
Dios quiso
que estés a su lado
con tu
rezo y tu canto,
en la
tierra habrá tristeza y llanto.
Mi amigo,
mi querido abuelo,
serás
guardián y amigo de algún santo.
Cómo
fingir tu ausencia,
la
tristeza me envuelve
al dejar
el ramo de flores
y prender
la vela en esa tierra amarillenta.
“Mi viejo,
mi abuelo”
algún día
estaremos juntos en la noche fresca,
sabiendo
que la muerte
a veces
está tan lejos, tan cerca.
Desde que
te fuiste de tu lugar,
está
desolada y fúnebre tu hogar,
seres que
van y vienen, como tú jamás.
“Mi viejo,
mi abuelo”
el eco de
tu canto no se oirá más.
Bajo el
Nombre de Poetita azul®/
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